La célebre frase ‘y además, Cartago debe ser destruida’ y su significado histórico

La célebre frase 'y además, Cartago debe ser destruida' y su significado histórico

La célebre frase “y además, Cartago debe ser destruida” ha pasado a la historia como un poderoso símbolo de determinación y rivalidad. Pronunciada por el senador romano Catón el Viejo en cada uno de sus discursos, esta frase encapsula el conflicto histórico entre Roma y Cartago, dos grandes potencias de la antigüedad. En este artículo exploraremos el significado histórico de esta frase y su relevancia en el contexto de las guerras púnicas, un conflicto que marcó un punto de inflexión en la historia mediterránea. Acompáñanos en este fascinante viaje por la rivalidad entre dos civilizaciones y descubre cómo el destino de Cartago quedó sellado con estas palabras. Bienvenidos a Atalaya Cultural, tu ventana al conocimiento.

La famosa frase ‘Cartago debe ser destruida’: origen, contexto histórico y significado

La frase “Cartago debe ser destruida” es una expresión histórica que se atribuye al senador romano Catón el Viejo, también conocido como Catón el Censor. Esta frase se hizo conocida por su repetición constante en los discursos de Catón, como una especie de lema o llamado a la acción durante las últimas etapas de las Guerras Púnicas, que enfrentaron a Roma y Cartago en el siglo III a.C.

Origen:
La frase se originó en el contexto de las Guerras Púnicas, una serie de conflictos militares entre Roma y Cartago que se extendieron durante varios años. Catón el Viejo estaba convencido de que Cartago, como rival de Roma, representaba una amenaza constante para la seguridad y el futuro de la República Romana. Por lo tanto, en cada una de sus intervenciones en el Senado, Catón concluía su discurso con la frase “Ceterum censeo Carthaginem esse delendam”, que significa “Además, opino que Cartago debe ser destruida”.

Contexto histórico:
La rivalidad entre Roma y Cartago se intensificó a medida que ambos imperios competían por el control del Mediterráneo occidental. Las Guerras Púnicas fueron una serie de conflictos que se desencadenaron por el control de Sicilia, una importante zona estratégica en la región. Durante estas guerras, Cartago demostró ser un rival formidable para Roma, infligiéndole varias derrotas y amenazando su hegemonía en la región.

En este contexto, Catón el Viejo se convirtió en un ferviente defensor de la destrucción total de Cartago como única forma de garantizar la seguridad y el dominio romano en el Mediterráneo. Su insistencia en esta idea se convirtió en una especie de obsesión, y la frase “Cartago debe ser destruida” se convirtió en su lema personal.

Significado:
La frase “Cartago debe ser destruida” simboliza la postura radical de Catón el Viejo respecto a la amenaza que representaba Cartago para Roma. Para Catón, la destrucción total de Cartago era la única forma de asegurar la supremacía de Roma y evitar futuros conflictos. Su insistencia en esta idea refleja la determinación romana y su disposición a tomar medidas extremas para proteger sus intereses.

El significado de la frase Carthago Delenda est y su importancia en la historia

La frase “Carthago Delenda est”, que en español significa “Cartago debe ser destruida”, es una expresión que se atribuye al político y militar romano Cayo Porcio Catón, conocido como Catón el Viejo, durante las guerras púnicas en el siglo II a.C.

Esta frase se convirtió en un lema y una consigna para los romanos, siendo utilizada como un llamado a la destrucción total de Cartago, una antigua ciudad-estado fenicia ubicada en lo que hoy es Túnez.

La importancia de esta frase radica en el contexto histórico en el que fue pronunciada. Las guerras púnicas fueron una serie de conflictos entre Roma y Cartago que duraron varios siglos y tuvieron un gran impacto en la historia del Mediterráneo.

Cartago era una potencia rival de Roma y representaba una amenaza para su dominio y expansión. La frase “Carthago Delenda est” simbolizaba la voluntad inquebrantable de los romanos de erradicar completamente a su enemigo y asegurar su supremacía en la región.

La determinación de los romanos por destruir a Cartago fue tal que, al final de la Tercera Guerra Púnica en el año 146 a.C., la ciudad fue arrasada y sus habitantes fueron esclavizados o dispersados. Cartago fue completamente destruida y su territorio fue anexado por Roma.

Esta frase se ha convertido en un símbolo de la rivalidad entre Roma y Cartago, así como de la determinación y el poderío militar de los romanos. Su importancia radica en el papel que desempeñó en la historia antigua, marcando el fin de Cartago como una gran potencia y consolidando el dominio romano en el Mediterráneo occidental.

Referencias:
– Smith, W. (1870). A Dictionary of Greek and Roman Biography and Mythology. London: John Murray.
– Mommsen, T. (1856). The History of Rome. London: Richard Bentley.

Cicerón: El senador romano que abogó incansablemente por la destrucción de Cartago

Cicerón fue un destacado político, filósofo y orador romano, nacido en el año 106 a.C. y fallecido en el año 43 a.C. Durante su vida, desempeñó un papel fundamental en la política de la República Romana, siendo reconocido como uno de los más grandes oradores de la historia.

Su postura incansable en favor de la destrucción de Cartago, la antigua ciudad rival de Roma, es uno de los aspectos más destacados de su carrera política. Cicerón consideraba a Cartago como una amenaza constante para la estabilidad de Roma y abogó por su completa aniquilación.

Para comprender la motivación detrás de la postura de Cicerón, es necesario conocer algunos antecedentes históricos. Cartago, fundada en el siglo IX a.C., se convirtió en una poderosa ciudad-estado en el Mediterráneo occidental. Durante los siglos V y IV a.C., Cartago libró una serie de guerras contra Roma, conocidas como las Guerras Púnicas, en las que se disputaba el control de la región.

La rivalidad entre Roma y Cartago se intensificó con el tiempo, y Cicerón consideraba que la existencia de Cartago suponía una amenaza constante para la seguridad y el dominio de Roma en la región. Según el político romano, la destrucción de Cartago era necesaria para garantizar la paz y la estabilidad de Roma.

Cicerón expresó su postura en numerosos discursos y escritos, en los que argumentaba que la única forma de asegurar la supremacía de Roma era eliminar por completo a su antiguo enemigo. Además, defendía que la destrucción de Cartago serviría como un ejemplo para otras ciudades-estado que pudieran plantear una amenaza similar en el futuro.

La postura de Cicerón no estuvo exenta de polémica y generó debate en la sociedad romana de la época. Sin embargo, su influencia como orador y su convicción inquebrantable le permitieron persuadir a muchos de la necesidad de la destrucción de Cartago.

El significado histórico de la célebre frase “y además, Cartago debe ser destruida” radica en su importancia como símbolo de la enemistad y rivalidad entre Roma y Cartago durante las Guerras Púnicas. Esta frase, atribuida al senador romano Catón el Viejo, refleja el deseo persistente de Roma de eliminar por completo a su principal competidor en el Mediterráneo occidental.

La rivalidad entre Roma y Cartago alcanzó su punto álgido durante las tres Guerras Púnicas, que tuvieron lugar entre los siglos III y II a.C. Estos conflictos bélicos fueron motivados por la ambición de ambos pueblos por el control de las rutas comerciales y los recursos en el Mediterráneo.

La frase de Catón el Viejo se convirtió en un lema para los romanos, un recordatorio constante de que no solo debían vencer a Cartago, sino también erradicarla por completo. Esta determinación inquebrantable llevó a la destrucción total de la ciudad de Cartago en el año 146 a.C., cuando Roma la arrasó y la población fue masacrada o esclavizada.

El significado histórico de esta frase radica en su papel como emblema de la victoria romana sobre su enemigo más formidable y en su influencia duradera en la mentalidad romana. A lo largo de la historia, esta frase ha sido citada y reinterpretada como un símbolo de la determinación y la voluntad de Roma para superar cualquier obstáculo en su búsqueda de poder y dominio en el mundo antiguo.

En conclusión, la célebre frase “y además, Cartago debe ser destruida” es un poderoso símbolo del conflicto entre Roma y Cartago durante las Guerras Púnicas. Su significado histórico radica en su papel como lema de la determinación romana por eliminar completamente a su rival y en su influencia duradera en la mentalidad romana. La frase encapsula la intensa rivalidad entre estas dos potencias y su impacto en la historia antigua.

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